La vida de adoración está vinculada a la misión, cumplida en las Casas de adoración, bajo la forma de visitaciones. Adoración y visitación son los elementos constitutivos de una Casa de adoración. Las diferentes formas de apostolado son las siguientes :
La oración en las casas
Rezar y hacer que recen :
– O en su propia casa, con una o dos personas o familias,
– O yendo a las casas para ayudar a las otras familias a rezar en casa.
Al lado, la oración en las casas
La adoración eucarística
– Suscitarla o sostenerla siempre que sea posible, en su propia parroquia, en una capilla o un santuario.
– Despertar y desarrollar el sentido de la adoración en cualquier persona : los niños en el catecismo, las personas enfermas llevándoles la comunión.
Las visitaciones
Desplazarseaunque sea sólo para una persona para hacerle un favor dando testimonio del Amor de Cristo y de su Presencia viva, como María en la Visitación.
La niñez
– Atender particularmente a los niños, sobretodo a los más desheredados, espiritual, moral y afectivamente.
Los enfermos
En la gracia de Lourdes, las Casas de adoración, actúan especialmente al lado de los enfermos y de las personas solas o que sufren, en las residencias para las personas mayores, los hospitales o en casa de dichas personas.
Les vocaciones
Un gran número de sacerdotes de las diócesis procedió de las Casas de adoración. Otros, ya sacerdotes, encuentran en la espiritualidad eucarística de las Casas de adoración, un ahondamiento y una renovación para su vida y su misión sacerdotales : los llamamos los « Misioneros de la Eucaristía ». La colaboración entre el sacerdocio ministerial y el sacerdocio bautismal de los fieles tiene aquí una expresión ejemplar.