La vida de una Casa de Adoración, es la vida de una iglesia pequeña o iglesia doméstica según el modelo de la Sagrada Familia.
Se propone una liturgia doméstica a las familias que quieren « presentarse como el santuario de la Iglesia en casa. » (Concilio Vaticano II, L. G.34). En cada casa, se reserva un lugar para la oración : o un oratorio o un sitio para la oración.
Liturgía de la Palabra
Cada día la familia dedica un momento a la oración, con la lectura de los textos de la misa del día, y eventualmente, sus comentarios.
Comunión
En algunos casos, según las circunstancias de lugares (países de misión) o de situaciones (escasez de las misas en las parroquias) y con la condición de haber recibido la misión de parte de un sacerdote, se podrá distribuir la comunión al final de la liturgia doméstica (o comunión espiritual eventualmente).
El perdón en familia
Antes de que se termine la oración familiar, o de noche, una palabra de reconciliación permite restablecer y fortalecer cada día la unidad familiar.
El Angelus
Diciendo el Āngelus antes de cada comida, la familia se pone bajo el amparo de María y de su hijo.
Bendición de los niños por los padres
Cada noche, el padre o la madre de familia hace la señal de la cruz en la frente de los niños como en el bautismo. Se prevé también un acetre con agua bendita en las habitaciones, y se enseña a los niños cómo utilizarla, no como una superstición sino un medio sacramental que puede rechazar el espíritu del mal.
Aniversario del bautismo
En cada casa de adoración, se celebra con solemnidad, según las costumbres del lugar, el aniversario de cada niño. Así se marca en el espíritu y el corazón del niño, y luego del joven, la importancia del nacimiento a la vida divina. En esta ocasión, padres e hijos, toman una conciencia renovada de su propia consagración bautismal.